I FIN DE SEMANA DE COMPETICIONES AERONÁUTICAS FDACV

Este año 2017, la Federación de Deportes Aéreos de la Comunidad Valenciana (FDACV), decidió fusionar temporalmente algunas de sus actividades deportivas, organizando un fin de semana en el que deportistas de diferentes disciplinas tuvieran la oportunidad de convivir y compartir su afición, y también de formar parte de sus respectivas competiciones. Las magníficas instalaciones del aeródromo de Requena se convirtieron en la sede que acogió, los días 30 de septiembre y 1 de octubre, el I Fin de Semana de Competiciones de la FDACV, reuniendo a deportistas de las disciplinas de ultraligeros, aeromodelismo y paramotor.

Los más madrugadores en acudir a la cita fueron los deportistas de paramotor, pues para poder aprovechar las primeras horas del sábado, las más propicias para sus características de vuelo, muchos de ellos acamparon en el propio aeródromo ya el viernes, de tal modo que a las ocho de la mañana del día siguiente se encontraban ya en el aire, dando inicio a su primera prueba de navegación que, por espacio de unas dos horas, iba a llevarles a recorrer la comarca de Requena-Utiel.

Poco después, y mientras iban aterrizando en el aeródromo los pilotos de los ultraligeros, tuvo lugar la apertura de la exposición estática de aeromodelos, los cuales más tarde iban a dar comienzo a sus espectaculares vuelos de homologación.

Alrededor de las diez de la mañana, y en tanto que regresaban los paramotores y efectuaban sus tomas de precisión en el espacio habilitado junto a la pista, dio comienzo la sesión de briefing para los ultraligeros que iban a tomar parte en su primera prueba de navegación. Como preparación del vuelo, los participantes debían dibujar una ruta en el mapa, siguiendo los rumbos y tiempos proporcionados, que les llevaría más tarde a recorrer una serie de puntos que debían identificar con las fotografías que se les entregaban. La prueba prevista para el domingo supondría un incremento en la dificultad, ya que algunos de esos puntos a identificar serían “ocultos”, es decir, no se encontrarían entre las fotografías entregadas.

Los vuelos de los aeromodelos, entre tanto, permitían al público asistente admirar las evoluciones de ejemplares míticos como el Spitfire, el P-51 Mustang o el P-47 Thunderbolt, que con sus evoluciones sobre la pista, persiguiéndose unos a otros, rememoraban los antiguos “dogfights” de la Segunda Guerra Mundial. Estos vuelos de homologación iban a servir como habilitación, por otro lado, para tomar parte en futuras exhibiciones.

El aeródromo, por su parte, no se encontraba cerrado al tráfico, por lo que conjuntamente con las pruebas deportivas, se compaginaban diversas operaciones de aeronaves de aviación general y, de forma destacada, los vuelos de varias de las aeronaves de la Fundación Aérea de la Comunidad Valenciana (FACV). Las pasadas en solitario y en formación de aviones históricos, en este ocasión dos biplanos Bücker Bu-131 Jungmann y un monoplano AISA I-11B, levantaron la admiración de los asistentes y contribuyeron de modo muy especial al espíritu aeronáutico del evento. Entre estas operaciones también cabe resaltar los vuelos de entrenamiento que llevó a cabo una aeronave RV8, efectuando diversos ejercicios acrobáticos sobre el aeródromo, incluso con el empleo del generador de humos, que aportaron un elevado grado de espectacularidad.

El retorno de los participantes de la prueba de navegación de ultraligeros culminó con una tanda de tomas de precisión en la pista, y marcó el momento para que los aeromodelos volviesen a tomar protagonismo hasta la hora de la comida.

Por la tarde se disputaron varias tandas de tomas de precisión para los ultraligeros, que incluían también tomas contra el crono, en las que, además de la precisión, se busca que la toma se realice cuando el cronómetro oficial marca 00 en el segundero, penalizándose cualquier desfase. Aunque parece difícil, hay que destacar que se consiguió, lo que da muestra del nivel de pericia de los participantes.

Desafortunadamente, las tandas de tomas de precisión vinieron acompañadas de un brusco empeoramiento de las condiciones meteorológicas, que finalmente obligaron a cancelar los vuelos de los paramotores previstos para última hora de la tarde.

Sin embargo, la imposibilidad de volar al aire libre no supuso que no se pudiera volar, ya que el aeródromo dispone de una magnífico simulador Alsim, y precisamente la Asociación de Pilotos y Controladores Aeronáuticos Virtuales (APCAV) se encontraba allí realizando su junta anual, de modo que pudieron contemplarse algunos de sus vuelos virtuales, efectuados sobre paisajes de la zona de Requena y el propio aeródromo, perfectamente ajustados a la realidad.

Tras la cena en el restaurante del aeródromo, y la consiguiente carla aeronáutica acompañada de cafés, algunos de los participantes volvimos a hacer noche en el aeródromo, acampados cerca de nuestras aeronaves, y esperando que la meteorología mejorase para el día siguiente.

No fue así, desgraciadamente. Aunque la noche fue tranquila, el día amaneció totalmente cubierto y con previsión de lluvias, no sólo en esa zona, sino en diversos puntos de la Comunidad. Debido a las malas previsiones, se tuvo que aceptar que lo más aconsejable era cancelar las restantes pruebas previstas para el domingo, de tal modo que los participantes pudieran volver con seguridad a sus campos de origen. Tampoco los paramotores llegaron a despegar, aunque ya habían comenzado a preparar la infraestructura y ondeaba su manga de viento.

Así las cosas, los jueces dieron por definitivas las puntuaciones obtenidas en las pruebas disputadas el sábado, quedando Salvador Ferrer, del Club La Llosa, como primer clasificado en ultraligeros, con Mario Chillerón, también del Club La Llosa, como segundo clasificado y Gabriel Calatayud, del Club Albalat de la Ribera, como tercero. Por su parte, la clasificación en paramotores estuvo encabezada por Vicente Cardona, quedando en segundo puesto Víctor Tirado y como tercer clasificado Salvador Cebriá, mientras que en la categoría femenina la ganadora fue Kristien Corten.

Con la entrega de trofeos se dio por terminado este primer fin de semana de actividades aeronáuticas de la FDACV. Cabe, por último, dar las gracias a todos los participantes, a quienes estuvieron a cargo de su organización y desarrollo y al propio aeródromo, que tuvo de la gentileza de ofrecer sus instalaciones, y confiar en que esta magnífica iniciativa pueda repetirse, aún ampliada y mejorada, en años venideros.